Aunque haya sido la gran perdedora de la edición de los oscars 2015, treserres quiere rendir su homenaje a una muy buena película, cargada de momentos emotivos y con una banda sonora de lo mejor de las últimas décadas.
Durante doce años, el director Richard Linklater y su equipo se reunieron cada año para añadir un capítulo a esta historia sobre la infancia y la adolescencia, y al elegir el soundtrack de cada etapa, el director buscó las canciones que hacían mella en sus propios personajes. Conforme crecía el protagonista, sus gustos fueron trasladándose a los del director, que incluyó “Deep Blue” de Arcade Fire porque a esas alturas ya estaba encantado con el disco Suburbs (2010). Esta pieza, precisamente, sirve de colofón a la película y nos deja en en la cabeza un eco nostálgico, los momentos de una vida y, quizás, de una época.