La gente quiere parecer molona y por eso siempre se comparten contenidos «molones» -a partir de aquí diremos «inteligentes».
Si un texto, una foto, un vídeo les hace parecer inteligentes, entonces las personas son más propensas a compartirlo con sus amigos. Además, si uno es el primero en compartirlo, mucho mejor, «más inteligente».
El caso es que siempre hay una gran empresa detrás que se forra con «la inteligencia viral».
Cuando los usuarios de LinkedIn fanfarronean acerca de sus conocimientos, esta red social se beneficia y mucho. Cuando hacemos un «me gusta» o escribimos tweet con varios hashtag subimos la cotización de twitter y facebook.
Si se comparten contenidos multimedia también se beneficia a un tercero, directa e indirectamente. La NASA aterrizó el Curiosity en Marte -una auténtica proeza- y los vídeos de sus andanzas mejoraron ostensiblemente la estimación de la agencia espacial y la de youtube, pero también la barra de chocolate Mars tuvo un sorprendente repunte en las ventas.
El siguiente vídeo es «muy inteligente» y lo han visto más de 32 millones de personas, seguro que sabes a quién beneficia.
De todas formas no está nada mal para animar el blue monday de 2015.
