Escala en calzones montañas congeladas, corre descalzo sobre la nieve y se baña en el hielo durante dos horas. Su método es el autocontrol. Wim Hof ha cambiado su patrón de respiración hasta el punto de aguantar siete minutos bajo el hielo sin respirar. Asegura que dirije su mente hacia su sistema hormonal y que el metabolismo de sus células produce un 300% más de energía corporal sólo con concentrarse en ello. Sostiene que puede controlar su sistema nervioso por voluntad propia, contradiciendo todos los estudios científicos. El control sobre el sistema nervioso produce un montón de dopamina que reduce el dolor. El cuerpo, en su opinión, está totalmente equipado para enfrentarse a los extremos.
Pero eso no es todo, si se es capaz de controlar el frío también se controla el calor. Así que corrió una maratón extrema en Namibia sin entrenamiento previo y sin beber una gota de agua.
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