Muchos de los billetes del mundo se producen con papel derivado de las fibras de algodón, que son duraderas y tienen una gran capacidad de absorción de compuestos químicos. Esto asegura que los billetes, además de ser muy sucios, recojan, mantengan y den pistas de muchos de los productos químicos con los que están en contacto. Varios estudios recientes, tanto en Europa como Estados Unidos, han revelado que un alto porcentaje de los billetes en circulación (hasta más del 90%) contienen rastros de cocaína; rastros que van desde 0,006 gramos a 1,24 gramos por billete. Este hecho dio que pensar al artista australiano Francesco Morackini, que ha creado el prototipo MO_CLEAN/14, una máquina que puede contar, analizar y «lavar» dinero, además de destilar cocaína de los billetes que se ingresan en el banco. Visualmente es similar a una impresora multifuncional de cualquier oficina. Los banqueros tienen ahora varias opciones en una misma máquina: contar billetes; escanear para el análisis y la limpieza de los billetes mediante el uso de disolventes específicos; una unidad centrífuga capaz de hacer una separación de la cocaína encontrada, que luego es refinada y controlada mediante cromatografía líquida de alta presión y un espectrómetro de masas. Al final del proceso, la cocaína resultante es pura a un 99%.
Del dinero en efectivo a la producción de drogas en un sólo paso, con la garantía de que nada se pierde por el camino.
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